Hoy me levanté con uno de esos días negros en el que no cabe ni una pizca de color, pero Alice ha conseguido ponerle una pincelada de luz a este horrible cuadro oscuro. Había abierto la tienda a las 10 de la mañana, ya eran más de las 11 y me contó que no había podido hacer nada en toda la mañana porque no era capaz de enhebrar el hilo en la aguja. Me ofrecí a ayudarla y, mientras lo hacía, me enterneció pensar que no pudiera hacer algo tan simple y poder servirle de ayuda. Yo, que hoy creía no servir para nada
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